Estuardo Porras Zadik: “Romper el statu quo no quiere decir que debe desaparecer la gente del statu quo”
Autor: Carlos Arrazola
La Cantina, el grupo de guatemaltecos integrado por académicos, periodistas, empresarios, mujeres e indígenas, busca incidir en la solución de la crisis política que afronta el país, a partir de la lucha contra la corrupción iniciada en 2015 por el Ministerio Público y la Cicig. Estuardo Porras Zadik, uno de sus integrantes, explica en esta entrevista la visión de La Cantina sobre Guatemala y las rutas que, creen, deben transitarse para salir del atolladero.
Cuenta la historia que una funcionaria del Banco Mundial llegó a una apartada comunidad de Las Amazonas, en la segunda mitad del siglo pasado, con el propósito de promover un plan integral para desarrollar la economía de ese lugar. Junto a su equipo, la funcionaria preparó un plan de salud, educación, comunicaciones, infraestructura para el despegue de la comunidad. Llegado el momento de presentar su proyecto a las autoridades ancestrales, que eran las que tenían que autorizarlo, estas, agradecidas, le dijeron que antes de tomar cualquier decisión les gustaría tener una cantina. El Banco Mundial rechazó la propuesta, los acusó de borrachos, de que no sabían lo que querían, y optó por abandonar la iniciativa.
Ocho años después, la funcionaria regresó a la comunidad. Con sorpresa se encontró con que todo lo que había contemplado en su proyecto de desarrollo se había convertido en realidad: había escuelas, carreteras, telecomunicaciones, hidroeléctricas. Creyendo que le habían robado su proyecto, fue a preguntar las autoridades del pueblo por qué la habían dejado fuera si la idea había sido suya. Una semana después de que ustedes se fueron, les explican las autoridades, llegó un grupo de cooperantes europeos a ofrecer lo mismo, y a ellos también les pedimos una cantina, y ellos dijeron que sí. ¿Qué tiene que ver una cantina con esto?, preguntó la funcionaria del Banco Mundial. La cantina, explicaron las autoridades ancestrales, era el espacio que necesitábamos como punto de encuentro para reunirnos a discutir cuál era nuestra propia agenda y nuestro propio proyecto.
A partir de esa anécdota, explica Estuardo Porras Zadik, surge La Cantina. “Nos gustó el nombre, nos identificamos porque creemos que ese espacio es necesario, y porque creemos que tender puentes debería de ser nuestro rol”, dice el empresario cafetalero. La agrupación reúne a 14 personas influyentes (del empresariado, la academia y el mundo indígena) y desde septiembre de 2017 se empeña en un proceso de incidencia política en Guatemala y Estados Unidos, para buscar salidas a la crisis que afloró en 2015 a consecuencia de la lucha contra la corrupción y la impunidad iniciada por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad (Cicig).
El grupo, señala el empresario, es consciente de que no tiene las soluciones para resolver los problemas del país. Pero también, dice, creen “que Guatemala está sobrediagnosticada y que hay muchas soluciones viables que se pueden echar a andar”. Pero, lamenta, “la realidad es que nadie está dispuesto a sentarse con nadie”.
Porras Zadik, cuyo hermano Julio Carlos fue condenado el año pasado a tres años de prisión por un caso de financiamiento electoral ilícito, es uno de los iniciadores de La Cantina. Lo acompañan, entre otros, Salvador Biguria, José Corrales, Karla Menocal, Harris Whitbeck, Marcos Andrés Antil, Consuelo Beneitez de Paiz y Alejandra Colom. El apoyo de Estados Unidos a esta iniciativa y los sectores de los que provienen sus integrantes han convertido a La Cantina en una indiscutible fuente de influencia para analizar la situación que atraviesa Guatemala y las vías de solución de su crisis.
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