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Antiguo 01-Oct-2010, 18:31   #3
Dr.Wv
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Respuesta: Albert Fish - Asesino Serial [sadomasoquista y canibal]

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Nadie podía creer que la carta fuera realidad, sino que era obra de algún sádico que deseaba molestar a los señores Budd, sin embargo el detective King se dio cuenta que algunos detalles de la carta coincidían con los del secuestro de la pequeña Grace Budd además de que la letra coincidía con la del recado recuperado hacía 6 años atrás. El sobre de la carta aportó una pequeña pero crucial pista. Tenía impreso un pequeño símbolo hexagonal y siglas de una asociación de beneficencia. Se hizo una reunión urgente con los miembros a la vez que todos hicieron la prueba de escritura para ver si en algún caso coincidía con la de 'Frank Howard' El detective King pidió en la junta que por favor alguien dijera si había tomado la papelería de la sociedad y la había llevado a algún lado. Fue entonces que un joven empleado de limpieza aceptó haber tomado algunas hojas y sobres, pero que los había abandonado en su antigua pensión de la calle 200 este y la 52. La casera del lugar quedó sorprendida al escuchar la descripción sobre 'Frank Howard' que coincidía con la de un hombre viejo que había vivido en ese lugar por dos meses y que tenía dos días de haber salido del lugar. El inquilino se hacía llamar Albert H. Fish y le había pedido a la señora casera que le guardara una carta que esperaba de su hijo quien trabajaba en el cuerpo de conservación de Carolina del Norte. El hijo regularmente mandaba dinero de esta manera a su viejo padre. Luego la oficina postal informó a King que había interceptado una carta para Fish, pero como este no había contactado a la casera temió que algo hubiera asustado al viejo y lo haría huir. El 13 de Diciembre de 1934 la casera llama al detective King, Albert Fish esta en la pensión esperando por su carta. El viejo tomaba una taza de te sentado cuando el detective King apareció tras la puerta y movió afirmativamente la cabeza cuando preguntaron por su nombre a la vez que se ponía de pie. Inmediatamente alcanzó un pequeño cuchillo de su chaqueta y lo interpuso entre el y el policía. Esta maniobra enfureció a King quien rápidamente lo tomo y torció de la mano exclamando triunfalmente 'Ya te tengo!...'
Cita:


El detective King deteniendo a Albert Fish
Las confesiones de Albert Fish fueron escuchadas por numerosos oficiales y psiquiatras, siendo la mayor parte una inenarrable serie de depravaciones que nadie hubiera creído a no ser porque los detalles fueron corroborados uno tras otro. Y resultaba mas increíble aún considerando el aspecto débil y decrépito del psicópata que la policía tenía ahora bajo custodia.
El detective King fue quien tomo la declaración inicial de Albert Fish, quien dijo que en el verano de 1928 la sed de matar lo había dominado y que inicialmente era el joven Edward Budd a quién tenía planeado asesinar cuando leyó el anuncio en los clasificados. El plan era conducirlo a un lugar alejado mediante engaños, someterlo y cortarle el pene para dejarlo morir sangrando. Después de visitar la casa de los Budd la primera vez, fue a comprar sus 'instrumentos del infierno': cuchillos de carnicero y una sierra. Los envolvió en un paquete y los dejó encargados en un puesto de periódicos. A pesar de que Edward Budd era ya un joven fuerte y de buen tamaño se hizo a la idea de que podría someterlo a él y a su amigo Willie. Los detectives entendieron que Fish sabría como hacerlo a final de cuentas.
Pero nada mas fue ver a Grace Budd que inmediatamente cambió de planes: era a ella a quien desesperadamente deseaba matar. Una vez armado el engaño de la fiesta fue con Grace al puesto de periódicos por su paquete, luego tomaron un tren en el Bronx hacia el poblado de Westchester. Para la niña compró boleto sin regreso. En la estación de Worthtington, el viejo estaba tan absorto en su torcido plan que olvidó el paquete en el tren. Irónicamente la niña Budd le hizo notar el olvido. El viaje había durado ya 40 minutos, pero como la niña apenas había salido de su ciudad un par de veces, la experiencia la tenía contenta y felizmente entretenida.

Wisteria Cottage
El destino del viaje era una construcción semiabandonada llamada Wisteria Cottage, lugar en medio de un área boscosa al cual llegaron después de andar por un camino muy solitario. Llegados al sitio, la niña se quedó en el patio entretenida recogiendo flores silvestres. Fish sube al segundo piso, desempaca las herramientas y se desviste. Acto seguido llama a la niña a que suba al cuarto. La pobre niña sube aún con un ramo de flores en la mano y al ver al viejo desnudo grita y trata de escapar por las escaleras pero es atrapada en el acto. Fish la toma por el cuello y la asfixia hasta matarla. El hecho de estrangularla le provee de enorme excitación sexual. Coloca la cabeza de la niña en una lata de pintura y procede a decapitarla procurando vaciar toda la sangre derramada en la vieja lata, la cual después avienta al patio de la propiedad. Desviste al cadáver ya decapitado y lo corta a la mitad. Ese día llevó consigo algunas partes del cuerpo las cuales envolvió cuidadosamente en papel periódico. Días después regresó al sitio para llevarse mas partes. Lo que sobró lo tiró por la pared trasera de la edificación. Las herramientas fueron desechadas del mismo modo. Ante la pregunta del detective King del por que había cometido un acto tan terrible contestó: 'Usted sabe, jamás podría explicarlo...' El capitán John Stein quiso saber por qué había escrito la cara a la señora Budd a lo que respondió que tenía una manía por escribir cartas.

Búsqueda de los restos de Grace Budd
Ese mismo día la policía recuperó los restos de la niña Budd ante la mirada impasiva de Fish que fue llevado por igual, a la escena del crimen. Por la noche el asistente del fiscal, Francis Marro quiso conocer la razón del crimen de Grace Budd a lo que Fish afirmó que todo era causa de su 'sed de sangre' que lo dominaba al punto de cometer los crímenes que se le imputaban. Una vez que la había matado lo embargó una gran tristeza y al punto deseaba poder dar su propia vida para dársela a la niña, pero el asunto ya estaba hecho. Se le preguntó si había violado a la víctima ante lo cual su reacción fue de total firmeza 'Jamás entró en mi cabeza!...' En ese momento nadie quiso preguntar sobre los detalles de canibalismo que Fish había escrito en la carta. Tal vez nadie quería creer que era capaz de hacerlo, pero también se vislumbraba una estrategia para reservar esos oscuros detalles e impedir que Fish fuera declarado loco o incapaz de sostener el juicio penal.

Recuperación de los restos de Grace Budd
El mismo día de la captura la información se filtró a la prensa quienes inmediatamente fueron al departamento de los Budd para cubrir la noticia. Edward Budd y los padres fueron llevados a la comisaría para identificar a Albert Fish. Fue increíble la falta absoluta de emoción o remordimiento que mostró el viejo al ser increpado por los mortificados padres que con lágrimas en los ojos le reprochaban haberse llevado a su pequeña hija.
Para sorpresa de algunos el historial criminal de Fish no era escaso y había sido fichado por vez primera en 1903 cuando se le encarceló por robo agravado. Desde entonces a la fecha seis veces había sido puesto en custodia pero salía libre ante la falta de pruebas contundentes. Había estado de hecho en instituciones mentales dos veces.

Fichaje de Albert Fish en 1903
Comenzó el proceso de culpar a Fish por asesinato y secuestro. Cada entidad donde había sido cometido cada uno de los crímenes tenía que armar el caso cuidadosamente. Es en este momento que la policía recibe el testimonio de un chofer de trolebús que reconoce en Fish al hombre que una vez transportó y que venía con un pequeño niño a quien con muchos trabajos mantenía a su lado. El pequeño lloraba por su madre e iba sin abrigo. Aquel niño resultaría ser Billy Gaffney. Cuando finalmente Fish confiesa el asesinato del niño, el mundo tiene que enterarse de la horripilante suerte de Billy Gaffney. Según sus propias palabras al niño lo condujo a un lugar solitario por la Av. Rikers, a una casa solitaria no lejos del lugar del secuestro. Dentro de la casa, lo maniató firmemente quemó sus ropas y tiró a la basura sus zapatos. Con un trapo sucio tomado de ahí mismo amordazo al infante. Al día siguiente regresó armado de sus 'herramientas'. La tortura comenzó con una serie de azotes por la espalda y trasero hasta que la sangre escurrió por las piernas del niño, le cortó nariz, orejas y abrió sus cachetes de oreja a oreja, para cuando le sacó los ojos, el niño ya había fenecido. Con un cuchillo perforó el abdomen del niño procurando beber la sangre que manaba de la herida. En una bolsa que llevaba colocó nariz, orejas y algunas rebanadas del vientre del niño que envolvió y transportó con papel. La cabeza, brazos y piernas las colocó en sacos cargados de piedras los cuales arrojó a un canal de aguas negras cercano. Con lujo de detalles Fish confesó a las autoridades como había guisado las orejas y la nariz, horneado el trasero y de como y que verduras había empleado en el proceso. Tal parecía un ama de casa platicando como si nada, los pasos para preparar un exquisito estofado.

Delia y Albert Budd Jr. durante el juicio
Ya en custodia y conociendo la calidad de criminal que era, Fish era reconocido por los testigos de las fechorías que había cometido. Un hombre de Staten Island lo identificó como el sujeto que había tratado de engatusar a una hija suya hacia un área boscosa donde 3 días después apareció el cuerpo de Francis O'Donnell en 1924. La muchacha entonces de 8 años y ahora finalizando la adolescencia identificó a Fish como el 'Grey Man'. A Fish también se le asoció al crimen de una muchacha llamada Mary O'Connor ocurrido en 1932. El cuerpo mutilado de la mujer había aparecido muy cerca de una casa que Fish había pintado. Con todas esas acusaciones y tan graves cada una, la única oportunidad de Fish para salvarse de la pena capital era ser declarado desquiciado mental, tarea de los psiquiatras forenses que analizarían el caso.

Albert Fish y su abogado James Dempsey
El doctor Fredric Wertham estableció que la perversidad mostrada por Albert Fish no tenía siquiera paralelo alguno en los anales de la siquiatría. El sadomasoquismo contra los niños, especialmente los varones era parte fundamental de su desequilibrio sexual. Inclusive Fish comentó al Dr. que siempre había tenido gran deseo de hacer daño y de recibirlo también. Parecía disfrutar de todo lo que fuera doloroso. Cualquier cantidad de deplorables actos con sus órganos excretores eran la norma del señor Fish, quien gustaba de colocarse trozos de algodón saturados de alcohol para luego prenderles fuego. Actividad que también inflingía regularmente a sus víctimas infantiles. Luego Fish confesaría que había tenido alrededor de 100 víctimas a lo largo de su vida. Por lo general mediante engaños con dinero y/o dulces abducía niños afroamericanos a quienes la policía no prestaría gran atención por su desaparición. Jamás regresaba a trabajar al mismo vecindario por la misma razón. Fue así que pasó hasta por 22 estados de la unión americana. Muchas veces perdió su empleo de pintor al ser sospechosamente ligado a los incidentes de los niños. Era muy dado a escribir cartas obscenas, cartas que no tenían por objetivo molestar sino buscar con quien practicar sus fantasías sadomasoquistas.

Albert Fish durante el juicio
Eran tantas cosas increíbles las narradas por Fish que el doctor Wertham no podía creerlas juntas, especialmente lo de las agujas. Fish solía encajarse alfileres y diversas puntas en el área comprendida entre el escroto y el ano de tal modo que algunas ya no pudo sacarlas de nuevo. Al tomar la radiografía correspondiente se pudo corroborar esta información. Esta otra horrible manía de Fish era practicada contra sus victimas. Se supo que a la edad de 55 años comenzó a sufrir de alucinaciones sobre Cristo y sus Angeles. Así fue creando algunas ideas que mezclaban sus concepciones torcidas con algunos preceptos bíblicos y repetía constantemente sus propias sentencias. Llegó a creer que Dios mismo le había puesto por misión torturar y castrar niños pequeños. Mandamiento que había efectuado no pocas veces el señor Fish. Según la opinión de Wertham, Fish rebasaba toda concepción y fronteras entre la cordura y la locura. De que padecía de psicosis religiosa no había mas dudas, inclusive sus hijos lo habían visto flagelarse hasta sangrar y Fish decía que si fuera algo malo ya hubiera llegado un ángel a detenerlo como en el pasaje bíblico donde un ángel detiene a Abraham cuando iba a sacrificar a su propio hijo. Y así esa era una de las excusas que tenía mentalizadas cuando se cebaba con sus víctimas. El doctor concluyó que Albert Fish estaba legalmente desquiciado. La personalidad de Fish era introvertida e infantilista y sus conceptos sobre el bien y el mal estaban gravemente distorsionados por las alucinaciones y el severo cuadro de psicosis paranoide, que le era imposible distinguir claramente entre lo correcto y lo contrario.

La batalla legal se centró en determinar si Albert Fish estaba sano y competente o lo contrario, totalmente loco. El doctor Wertham estaba convencido de su locura, pero otros cuatro doctores especialmente de los centros psiquiátricos que anteriormente lo habían declarado 'sano e inofensivo' opinaban lo contrario. La defensa adoptó la primera postura. Mientras tanto Fish se mostraba apático de su situación, ya no le importaba la vida ni la muerte, aunque en algún punto del juicio llegó a comentar a su abogado que deseaba seguir viviendo 'porque Dios todavía le tenía mas misiones que cumplir...' El juicio comenzó el 11 de Marzo de 1935 en Nueva York, siendo el fiscal de distrito Elbert F. Gallagher y el abogado defensor James Dempsey que basó su ataque en demostrar la incompetencia de los doctores que habían determinado años atrás que Fish no constituía un peligro y también demostrar que Fish padecía de una intoxicación por plomo típica de los pintores de brocha gorda. En cambio la estrategia de Gallagher se basó en demostrar como Fish había estado perfectamente consciente de sus actos, de como había premeditado cada uno de sus movimientos y de la plenitud de su memoria y orientación a pesar de su avanzada edad. En un momento dado se argumentó que alguien capaz de comerse a un niño no podía estar cuerdo. La familia Budd testificó y hasta se llevaron en una caja los restos de la niña Grace Budd.

El dramático juicio duró 10 días, resultando Fish sentenciado a la pena capital en la silla eléctrica. Se dice que el indiciado no estuvo de acuerdo con el veredicto pero el hecho de ir a la silla le resultaba hasta cierto punto atractivo. Incluso un reportero del Daily News escribió: 'sus ojos llorosos destellaron ante la idea de ser sometido a un calor mucho mas intenso comparado con el que usualmente se quemaba para satisfacer su lujuria...' El 16 de Enero de 1936 Albert H. Fish fue ejecutado en el penal de Sing Sing, lugar donde también yacen sus restos.
Bibliografía:

  • Deranged: The Shocking True Story of America's Most Fiendish Killer, Harold Schechter
  • The Show of Violence, Fredric Wertham
  • The A-Z Encyclopedia of Serial Killers, Harold Schechter, David Everitt
Vergaaaaaaaaaaaaaa, yo me quede shockeado si hay gente pero desquiciada alla afuera...
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