Agentes Federales de EE. UU. en GT y ¿la soberanía?
Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82
Arranco diciendo que yo considero que la soberanía del país la tienen los delincuentes rasos, de cuello blanco, los extorsionistas, los narcotraficantes, los que han capturado al Estado, los que operan paralelamente la justicia y un largo etcétera y por ello es que siempre he creído que en el país se hacen esfuerzos por recuperar la verdadera soberanía del pueblo.
Hablar de soberanía, en estas condiciones, es un chiste de mal gusto y un acto de complicidad criminal porque aquí la soberanía no la tiene la gente y por eso, siempre dije que el discurso del Gobierno en “pro” de la misma era una excusa para apañar actos criminales, la captura del Estado y asegurar la continuidad de un modelo de cooptación que encuentra en el financiamiento la mejor llave de acceso.
Para escabecharse a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) el Gobierno usó el mentiroso argumento de que este ente violaba la soberanía (y así de repetitivos fueron) a pesar que su instalación la aprobó el Congreso y la Corte de Constitucionalidad (CC) fue muy clara en sus resoluciones, pero ahora queda en total evidencia esa burda estrategia oficial al firmar un acuerdo con el Departamento de Seguridad de los Estados Unidos para que agentes federales operen en nuestro territorio.
No estoy en contra del acuerdo, sino que estoy matizando el doble discurso de un Gobierno al que no le importa mentir para según ellos “salvarse”. Los americanos encuentran en nuestras autoridades sus mejores presas, porque como eran “amigos” y aliados políticos de gente señalada de narcotráfico, quieren lavar sus conciencias aunque eso los haga verse como mentirosos ante el mundo entero y por eso están dispuestos a lo que sea “necesario” para querer “comprar su inocencia” y conseguir el olvido/perdón de los estadounidenses.
Ayer el mismo Ministro que salía a decir, a gritos, que la CICIG violaba la soberanía, Enrique Degenhart, explicaba y decía -citó al portal del Ministerio de Gobernación-, lo siguiente:
“Que dicho documento permitirá el apoyo de federales estadounidenses, para el combate del crimen y el fortalecimiento de la seguridad, permitiendo esto una cooperación más fluida y efectiva”.
“Vamos a tener un apoyo directo con más recurso humano federal, viene una cantidad importante de agentes federales que nos van a ayudar con el combate de bandas dedicadas al tráfico de personas, narcotráfico, tráfico de armas de fuego y lavado de dinero”, detalló.
“El compromiso con el que hacemos realidad este convenio de cooperación de Guatemala con Estados Unidos, es un paso importante en la capacidad operativa”.
Este es el mismo Gobierno que amenazó a la misión diplomática de Estados Unidos en el país con los Jeep J8 que ellos mismos donaron a Guatemala y luego quedó en evidencia que fue un acto premeditado en los días de máxima operación para confirmar a Guatemala como un aparato de impunidad.
Debe saber el Secretario de Seguridad que vino, Kevin McAleenan, que nuestro gobierno no siempre sostiene los acuerdos que alcanza con el suyo y la mejor muestra de eso es la misma CICIG, porque se acordó que fuera reformada, se acordó que iban a nombrar un adjunto y cuando lo anterior no fue de su agrado porque entendieron que eso no aseguraría impunidad, tiraron la mesa y los acuerdos por la borda.
Ahora el Gobierno desea lavar su imagen, pero los emisarios de Estados Unidos no son novatos como para saber con quién tratan, cuáles son sus intenciones y en especial, en qué están metidos y con quiénes. La justicia local o extranjera tarda, pero nunca olvida y si no, que lo diga Baldetti sobre quien pesa un pedido de extradición.