Cambio de guardia en el neoliberalismo criollo
Antonio Mosquera Aguilar
Una aurora brilla a la espalda de la expositora, cada vez más tenue. Su cabellera rubia desciende sobre los hombros sin asomo de remolino por el viento. Sus ojos verdes fortalecen una mirada que inicialmente observaba por encima del horizonte, pero ahora se dirige al espectador. Se trata de la Ayn Rand criolla, que en sus múltiples videos arremete contra el populismo, el socialismo, el comunismo y cuanta idea afecte negativamente a los ricos. La defensa de la república necesita atacar a toda persona que se aparte del neoliberalismo más extremo. Hasta el Papa Francisco ha sido motivo de invectivas por parte de la furia del capitalismo, no digamos Hugo Chávez o Fidel.
Las campañas son cada vez más estructuradas. Aplican el esquema: afirmación, negación y expectación. Así, desató una desenfrenada campaña contra el polémico Nicolás Maduro y la USAC; luego se consigue que un grupo de la universidad oficial organice una presentación de la embajadora de Venezuela, se busca generar expectación sobre su presencia, donde rebatirá a la venezolana, hecho ocurrido en ocasión anterior. De esa cuenta logra la notoriedad, para avanzar en un proyecto político de largo plazo. Al final, asistieron dos modelos venezolanas de oposición, para poner nerviosos a los asistentes y la erinia de la derecha estuvo presente con mensajes electrónicos, donde comparó las libertades políticas del país con la crisis política sudamericana.
Aunque aparece un rostro, existen varios colaboradores. Se utiliza una diversidad de medios desde la emisora a pedido o podcast, hasta los videos en serie. Se escogió un formato que resalta el carácter artesanal, antes que profesional. La población objetivo está clara: la clase media que se deleita con el teléfono electrónico conectado a la red internet.
Una garantía reconocida en el Estado democrático de derecho consiste respetar cualesquiera puntos de vista. Por lo tanto, la actividad del grupo derechista no puede ser coartada sin afectar las libertades de las que todos gozamos. No obstante, hay un punto de vista ético involucrado, así como un expediente penal conocido como construcción y corrupción.
En el pasado, un insulto dirigido a los comunicadores sociales consistía en la acusación de pluma a sueldo. Un mercenario es una persona que por medio de dinero efectúa una tarea que no realizaría si no concurre la recompensa. La pluma a sueldo iniciaba campañas reiteradas de artículos periodísticos con un mismo tema. Con el crecimiento de la tecnología de la información y cómputo, TIC, el sujeto se modernizó pero persiste igualmente, actuando por la soldada.
En el caso calificado como corrupción y construcción se sindica al MCN de obtener fuertes cantidades de dinero fruto de la extorsión a empresarios. El caso habrá de dilucidarse en los tribunales. No obstante, la inicial solidaridad entre los camisas blancas, demuestra conocimiento anticipado de las diligencias, indicio de colusión.
La amazona del neoliberalismo ha sido manchada. Inicialmente afirmó que continuaría sin renunciar al MCN, si el debido proceso no terminaba en una condena. Pero luego, renunció sin esperar fallo alguno, junto a su equipo de producción.
En una campaña negra no se propone nada sino solo se destruye al adversario. Con medios desproporcionados y de origen sucio, su busca convertir en enemigo a un ciudadano. Por ello, solo la democracia otorga sentido a la república. Como afirmaba Bobbio, militan sectores negros, aunque se vistan de blanco. Estos buscan manipular a los ciudadanos ingenuos que aceptan su enajenación social y política.