[BalajChanKawil]

SOBRE EL TIROTEO QUE HUBO EN MI COLEGIO: COLEGIO Centro Escolar SOLALTO APDE

El lunes, 14 de marzo un alumno (cuyo nombre me reservo) de 2º Bachillerato (5to Curso) llevó una pistola cargada y la disparó pero luego fue neutralizado por maestros y otros alumnos.

Superficialmente, podemos levantar el dedo y decir lo maniático que estaba por haber llevado el arma al colegio y dispararla. Es cierto que la acción es injustificada e incorrecta porque la violencia jamás es la solución. Evidentemente el tirador está mentalmente inestable y debe responsabilizarse por su error. Lamento que haya recurrido a esa alternativa.
Pero por otro lado, me sorprende muchísimo saber quién fue el autor porque cuando yo estaba como alumno en SOLALTO (hace 3 años) le conocía como alguien sumamente pacífico y de los que sacaban mejores calificaciones de su promoción.

La razón primera que me llevó a manifestarme sobre esta noticia es que el público interesado se entere que el tirador REACCIONÓ ante un estímulo: fue un mecanismo de AUTODEFENSA. Esto es porque hasta el día de ayer, él fue víctima de BULLYING/ ACOSO ESCOLAR, el más desagradable y perturbador que puede ofrecer un colegio de sólo varones. Y ESTO LO DIGO YO PORQUE NO SOLO FUI TESTIGO, SINO PORQUE DESDE 6TO PRIMARIA HASTA PRIMERO BACHILLERATO YO MISMO FUI UNA VICTIMA DE BULLYING .

En el COLEGIO SOLALTO me consta que los bullys no sólo salen impunes, como el cobarde que provocó al tirador ayer, sino es hasta premiado. Lamentablemente a la mayoría de maestros les daba igual, de hecho lo ven como algo normal, algo que te hace “más hombre” (lo que sea que signifique eso).
Incluso, recuerdo a un puñado que participaban en el acoso, les daba gracia. A los ojos de los matones de Solalto, cualquier atributo, interés o talento que se salga del marco tradicional-católico-macho es una mariconada y merece ser castigado. Sin tener ninguna autoridad a la cual acudir, y sin amigos porque todos me veían como un marginado, reventé conmigo mismo. Como el tirador, yo tampoco le dije nada a mis papás, por miedo a agobiarlos y quedar como un “mariquita” a los ojos de mis compañeros. Obviamente anidé pensamientos destructivos contra mí mismo, pero también contra otros: quería reventarle la cara a mis agresores, y también a los maestros por hacerse de la vista gorda. No lo hice nunca porque canalicé lentamente la ira, el odio y la humillación que vivía día a día por vías sanas… pero el sentimiento estuvo ahí. Obviamente, si le hubiese dicho a mis padres y si mis maestros hubiesen tomado acción, el trauma que sufrí habría sido mucho menor y el acoso habría acabado de un tajo.

Precisamente por esto, mi segundo propósito de esta declaración es un llamado público, urgente y mayúsculo al Consejo Directivo del COLEGIO SOLALTO de arrancar de la raíz el bullying. Quítense la fama de ser el desagüe de los otros colegios, el imán de los busca-pleitos y los perdedores… conserven a la gente que realmente vale: a la gente proactiva, a los emprendedores, los productivos, los aplicados; impongan una tolerancia cero a los bullys que provocan a otros alumnos. ¡Toménselo en serio. TÓMENOS EN SERIO para evitar incidentes como este! No es casualidad que en Solalto haya pasado esto, si ustedes tuviesen una política estricta contra el bullying, una persona tan tranquila y aplicada como el tirador jamás se habría sentido forzada a llevar un arma para acabar con los abusivos que todos los días le atormentaban.
Quiero que sepan que hay muchísimas víctimas del bullying impune: Solalto fue un infierno para mí, y para ellos también, y seguramente lo era para el tirador.

Mi tercer y último motivo está dirigido a las víctimas del bullying. No se desesperen, no se aíslen. Comuníquenle el abuso que están sufriendo a los miembros de su familia, aunque crean que les van a reprender, díganselo. Díganle a sus maestros también, qué más da si los demás piensan que ustedes son unos maricones por decirle a los mayores, de todas maneras si no les dicen nada, ya piensan eso y peor. Nunca usen la violencia, absténganse de ese recurso: es una táctica de doble filo.
También quiero que sepan que el abuso sólo dura un momentito comparado a toda la vida restante tras el colegio. Teniendo más perspectiva, sé por experiencia que antes mis agresores parecían personajes muy grandes y temibles; ahora no sé nada de ellos, me parecen insignificantes, de hecho no pienso en ellos.
Lo que es crucial, lo fundamental es que ustedes sean ustedes mismos. Continúen haciendo aquello por lo que les molestaban: reálcenlo. Esfuércense por mejorarse a sí mismos y brillar. No es por nada, pero como bien ha dicho Steve Jobs los raritos somos los que movemos el mundo hacia delante.

César E. Nájera
Salamanca, España
Estudiante becado de Ingeniería de Materiales de la Universidad de Salamanca