Ver Mensaje Individual
Antiguo 21-Oct-2019, 19:05   #281
chronos
Moderator
 
Avatar de chronos
 
Fecha de Ingreso: 09-June-2008
Mensajes: 50.527
Respuesta: Trump: “Guatemala se está preparando a firmar un acuerdo de tercer país se



Cita:
Iniciado por Prensa Libre
Estados Unidos evaluará “temor creíble” de centroamericanos que piden asilo

Los oficiales que otorgan el asilo en EE. UU. fueron instruidos con una guía para reconocer quién puede ser beneficiado.

(...)
Cita:
Iniciado por Prensa Libre
Terceros países seguros: efectividad de corto plazo

Por Pedro Pablo Solares

Desde Trump, se ha puesto especial atención a la práctica que en EE. UU. conocen como “catch and release”. Esta, traducida, significa “atrápalo y suéltalo”. El término político significa la práctica de dejar en libertad a un migrante capturado en frontera, mientras espera su audiencia judicial, en lugar de retenerlo o expulsarlo inmediatamente. Se benefician de ella las personas vulnerables, quienes no representan peligro, (como menores de edad) y, en especial, quienes aducen miedo de retornar a sus países, es decir, los solicitantes de asilo. “Catch and release” es el resultado de un conglomerado de leyes, jurisprudencia y acciones ejecutivas de presidentes, tanto republicanos como demócratas, a lo largo de las últimas décadas. La administración estadounidense la ha identificado como la mayor causa del incremento migratorio de la presente década. Y quizás lleven parte de razón, pues la noticia de que logran evitar la deportación quienes aducen ese miedo al entregarse a la patrulla fronteriza, se ha colado hasta el último rincón de Centroamérica. Vox pópuli, que le dicen.

EE. UU. identificó a “catch and release” como un problema. Primero, porque constituye un incentivo que califican como perverso. Esto, porque motiva un incremento de personas que desean intentar el viaje. El precio cobrado por los coyotes es menor, y por tanto, más tienen acceso al viaje. Ciclo vicioso. El precio bajó pues el nuevo producto fue llevarlos solo hasta la frontera norte mexicana, ahorrándose la parte de burlar la seguridad estadounidense. Al cruzar, cada migrante se entrega al primer guardia estadounidense y reclama asilo. Es decir, ya no son capturados, sino rescatados. Segundo, un problema que generó saturación del sistema judicial federal. Mientras más solicitantes de asilo llegaron, este más se congestionó. El peor escenario para estos migrantes, entonces, sería vivir unos 4 o 5 años en EE. UU., en lo que llegaba la fecha de su audiencia. Tiempo suficiente para que el esfuerzo valiera la pena.

Romper el incentivo de “catch and release” no es cosa sencilla en EE. UU. Requeriría un esfuerzo conjunto para componer el sistema migratorio desde los tres poderes del Estado. Un sistema que ambos partidos reconocen que está “roto”, pero cuya discusión honesta está trabada en medio de intereses y estrategias político-electorales. Es ahí donde entraron en escena los acuerdos de terceros países seguros. Absurdos como puedan parecer, tienen el objetivo claro de continuar con la tónica y visión estadounidense respecto de la migración centroamericana de los últimos 8 años que es la desincentivación, o en inglés: “determent”. Únicamente que esta vez no con medidas draconianas como condiciones de tortura en los centros de detención, ni la bajeza de separar menores de sus progenitores, sino, una estrategia de burlar el compromiso de mantener en su país a los solicitantes de asilo mientras esperan su proceso.

Desde ya, Trump celebra su victoria. Su aún secretario McAleenan se jacta de que las aprehensiones en frontera han disminuido 86% en los últimos meses. A un año de la elección, los trumpistas, confiados de su palabra, celebran lo que inició con el regalo político del presidente guatemalteco, que se allanó –o quizás incluso se ofreció- a ser un tercer país seguro. Mientras estén vigentes estos acuerdos, puede preverse una merma en el flujo migratorio. Pero si es cierto que la migración forzada tiene su origen en causas políticas, económicas y sociales mucho más profundas y complejas, habremos de esperar que los pueblos expulsados encuentren nuevos caminos, como lo han hecho antes, para buscar un mejor futuro que el que le ofrecen sus países de origen. Terceros países seguros: una despiadada genialidad o populismo barato puro. Solo el tiempo lo dirá.
Cita:
Una despiadada genialidad o populismo barato puro. Solo el tiempo lo dirá.
Pedro Pablo Solares
Cita:
Iniciado por Prensa Libre
Entrar a los Estados Unidos nunca ha sido tan difícil

Por Luis Arreaga

Los Estados Unidos sigue sufriendo una crisis humanitaria en su frontera sur, y el presidente Donald Trump está tomando medidas enérgicas para hacerle frente.

Bajo el liderazgo del Presidente, los Estados Unidos han reforzado la frontera y están aplicando sus leyes de migración, incluyendo medidas para evitar el abuso de su sistema de asilo.

Como dijo el Presidente el 18 de septiembre, durante su visita a la frontera suroeste de Estados Unidos, “nadie entrará, a menos que venga legalmente”.

Entonces, ¿qué ha cambiado y qué necesitan saber los guatemaltecos antes de considerar la posibilidad de emprender un viaje peligroso, caro e inútil al norte?

En primer lugar, Estados Unidos está reforzando la barrera física a lo largo de la frontera suroeste. Con esas mejoras, cruzar ilegalmente a los Estados Unidos es cada vez más difícil y quien lo intenta es arrestado y deportado. El año pasado, los Estados Unidos detuvieron a más de 800 mil personas en la frontera y deportaron a más de 250 mil.

Entrar ilegalmente a los Estados Unidos nunca ha sido tan difícil, y si usted lo intenta será detenido y deportado.

En segundo lugar, los Estados Unidos ha cerrado el vacío legal que permitió a los inmigrantes abusar del sistema de asilo para permanecer en los Estados Unidos.

Ahora, para ser elegible para solicitar asilo en los Estados Unidos, los solicitantes deben haber solicitado asilo previamente en el primer país que cruzaron durante su viaje y que este país les haya negado ese asilo. Esto significa que cualquier guatemalteco que quiera solicitar asilo en los Estados Unidos, primero debe hacerlo en México y que México le niegue el asilo.

Además, cualquier inmigrante que es elegible para solicitar asilo en los Estados Unidos debe esperar en México durante sus procedimientos judiciales de inmigración de Estados Unidos.

Ya no se puede reclamar asilo para entrar a los Estados Unidos. Si intenta hacerlo, usted será deportado o enviado a México a esperar, a menudo durante más de un año, para que oigan su caso.

Por último, incluso si entra ilegalmente a los Estados Unidos, no hay ninguna garantía de que podrá permanecer allí.

Estados Unidos está trabajando activamente para deportar a los inmigrantes indocumentados que están en el país, como hemos visto en las últimas actividades de aplicación de la ley en lugares de trabajo, como la que se llevó a cabo en el estado de Mississippi, en agosto de este año.

Tan solo en este año los Estados Unidos deportó a más de 44 mil guatemaltecos de regreso a su país natal.

Cuando los “coyotes” afirman que le pueden facilitar la entrada legal a los Estados Unidos están mintiendo, no importa lo que le prometan. La conclusión es que la frontera de los Estados Unidos está cerrada a los ingresos ilegales. Nunca ha habido un peor momento para intentar emigrar ilegalmente a los Estados Unidos.

*Embajador de Estados Unidos en Guatemala
Cita:
Iniciado por Prensa Libre
Don Tanerjo y el país seguro

Por Pedro Pablo Solares

Recibí una llamada hace unos días. Don Tanerjo decidió llamarme a mí, el capitalino que conoció por unas pocas horas, hace semanas, cuando lo visité en su pobre hogar. Tizamarté, aldea seca, Corredor Seco. Es Camotán, en Chiquimula, lugar de milpas secas y ollas vacías. De eso se fue Juanito, su hijo, de 16, dejando sus tareas de leña apiladas. Un muchacho que emprendió a buscar los dólares que terminaran con el martirio. Es agobiante vivir sin comida suficiente. El Juanito caminante, que nunca conocí, murió bajo custodia fronteriza en abril pasado. Y evitando hoy las controversias del caso, pienso en esa llamada. La de don Tanerjo a un tipo que, semanas atrás, conoció por tan solo unas pocas horas. ¿Qué estado de abandono atraviesa una persona, para que ese lejano alguien sea la opción? Urgido, don Tanerjo, el dinero que “alquiló” para que se fuera su Juanito, está en mora. Y la sombra de los cobradores, de día y de noche, toca su puerta.

Tiene su belleza Camotán. Pero el Estado guatemalteco esconde, detrás de sus hermosas montañas, tragedias como la de la familia De León. Le sirven esos paisajes para diluir lo que sucede, para aparentar y negar su indiferencia. Negar que este país no recibe ni a sus propios retornados ni siquiera la primera noche después de la deportación. En todo el territorio, Guatemala solo tiene dos albergues públicos —con capacidad para menos de 50 personas—. Y estos son para menores retornados, ni uno solo para mayores de edad. Ni uno solo. La partida para alimentar a la población retornada es cero. La partida para alojar a la población retornada, es cero. La partida para atender médicamente a la población retornada… es cero. Los planes implementados para dar empleo a la población retornada, está en cero. A la luz de lo que decía el ideólogo Manuel Galich, sobre cómo la cantidad en el presupuesto demuestra la prioridad que da el Estado a un problema, ese cero se vuelve revelador. Literalmente, revela que para el Estado guatemalteco la población retornada no importa nada.

Es altamente peligroso traer a población en máximo estado de vulnerabilidad a un país incapaz de ser generoso. Peligroso y perverso, de hecho. Población como la que pretende enviarse con el acuerdo de tercer país seguro. Es evidente que las pretensiones de gobierno son hacer topar a estos solicitantes de refugio con la realidad guatemalteca, que les aplastará. Y que como resultado de ello, se vean forzados —los unos— a regresar a sus países cercanos; y los otros, a no emigrar hacia ese Norte que un día fue. Pero ¿estamos preparados y dispuestos a asumir la crudeza de lo que surgirá? ¿Qué harán esos hombres y mujeres para comer desde las primeras noches? ¿Dónde dormirán? Y si viene algún enfermo, ¿dónde, cómo? Es imposible. Conscientemente, el pueblo estadounidense pretendería enviar al matadero a quienes se acogen a sus leyes humanitarias.

Esta semana, se siguió desarrollando la oposición a este acuerdo por parte de sectores diversos. Resalta una carta firmada por los fiscales de 22 estados, dirigida al secretario de Seguridad McAleenan, donde resaltan que el acuerdo violaría su Constitución, poniendo en riesgo la vida y la libertad de personas. Mencionan también el tinte racial que tiene el acuerdo, afectando solo a solicitantes centroamericanos.

De este lado de la frontera la presión crece contra los magistrados de la Corte de Constitucionalidad, y el presidente electo, Alejandro Giammattei. Dificilísima posición, sin duda. Pues los poderes del norte son bárbaros. Pero también lo será la historia, que no olvidará a los nuestros que apoyen a un presidente Trump, que reina bajo la sombra de la discriminación racial. ¿Guatemala, segura? Vayan y pregúntenle a la familia de don Tanerjo. No es un cliché: en serio ni siquiera tienen suficiente para comer.
__________________
Toda revolución pretende romper las cadenas de la esclavitud pero una vez rotas, ya están preparadas otras cadenas… Desde los tiempos de las cavernas nada ha cambiado y nada cambiará, porque siempre se impondrá el más artero, el más astuto y a menudo, el más corrupto. Y según la condición del pueblo, llevará el vestido de la dictadura o la democracia. Pero el hombre será siempre esclavo, aunque tenga la ilusión de ser libre… Un día resurgirá el hombre libre pero el pueblo lo será siempre.
chronos está desconectado   Responder Citando
 
Page generated in 0,06932 seconds with 11 queries