Una economía que decepciona
El deterioro de las finanzas públicas y la incapacidad de la administración Alvarado para frenar los bloqueos de los sindicalistas vuelven a llamar la atención de las calificadoras y el mercado internacional, que prevén un futuro económico complicado para Costa Rica.
Para la calificadora de riesgo Moody's, las manifestaciones de los sindicatos del sector público complican cada vez más el camino hacia la tan necesaria reforma en las finanzas públicas, que daría sus primeros pasos con la aprobación del proyecto de ley que se discute en la Asamblea Legislativa.
En relación a posibles alternativas de salida a la huelga, Moody's explicó que "... Aunque la reunión (entre gobierno y sindicatos) es un primer paso positivo hacia la resolución de la disputa, el actual descontento social es negativo para Costa Rica porque complica aún más los esfuerzos del gobierno para lograr la consolidación fiscal.”
Para la agencia calificadora el perfil fiscal de Costa Rica se ha deteriorado sustancialmente desde el 2008, puesto que según el informe difundido ayer los grandes desequilibrios fiscales del país "... han llevado a la deuda a un máximo de dos décadas cercano al 50% del PIB, en 2017, desde el 24% en 2008. Para el año 2019, esperamos que la deuda alcance el 57% del PIB."
En este mismo sentido, el banco inglés Barclays informó que "...Las expectativas iniciales de que el nuevo gobierno de Carlos Alvarado en Costa Rica podría aprobar su reforma fiscal en octubre de este año están desapareciendo. Además, hay un mayor riesgo de que el gobierno pueda ajustarse a una versión diluida que podría entregar hasta 0,5 pp del PIB menos de lo esperado inicialmente. Tales esfuerzos serían insuficientes para resolver la situación fiscal urgente."
Con el argumento de que en los próximos meses el panorama político en El Salvador se irá aclarando, especialmente después de las elecciones presidenciales previstas para febrero de 2019,
el banco inglés sugiere a los inversionistas trasladar sus posiciones en bonos de Costa Rica, que vencen en 2023 y 2025, a títulos de El Salvador, que vencen en el 2025 y 2027.
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