¿Bendición al financiamiento electoral ilícito?
Es la cuna donde nace y crece la corrupción.
— Carol Zardetto
La base de toda sociedad libre es la posibilidad de elegir a sus representantes en un proceso electoral transparente. Las dictaduras (de extrema izquierda o de extrema derecha) destruyen este derecho y se constituyen precisamente en eso: dictaduras. Pero no todos los procesos electorales son transparentes. Hay países, como Guatemala, donde existe una apariencia de democracia. Debajo de esta apariencia siempre están los mismos. En pocas palabras vivimos en una dictadura solapada: la dictadura de los corruptos.
¿Cómo se agencian del poder los corruptos? Mediante el financiamiento ilícito. Aportan a las campañas electorales dinero que no es contabilizado, dinero que se pasa bajo la mesa, en la oscuridad y con fines que nos perjudican a todos. Y, como corolario de todo esto: un Estado que no está al servicio de los ciudadanos. Los corruptos se convierten en dueños del país por la vía del financiamiento ilícito.
Pero el problema no termina allí: el dinero sucio que entra a las campañas electorales puede venir de una cloaca más apestosa. El narcotráfico se ha convertido en un actor importante en la política del país, por la vía del financiamiento ilícito. Imaginemos un Estado manejado desde adentro por el dinero sucio del crimen organizado. Las ramificaciones son horrendas. Los casos de Otto Pérez y de Roxana Baldetti deberían habernos educado, pero parece ser que no queremos aprender. No se ha podido lograr un avance estructural fundamental: la reestructuración de nuestro sistema electoral.
Y ahora la población está en franca pelea por un problema equivocado. Dirimir si el tema del combate a la corrupción es de izquierda o de derecha. Los corruptos deben estar desternillándose de la risa. Su táctica de politizar el combate a la corrupción ha tenido éxito en la mente de una parte de la población. Se han dejado engañar por la propaganda fácil y populista. La corrupción no tiene ideología. Desde el principio de los tiempos ha sido el principal riesgo del ejercicio del poder. Y por eso las sociedades han desarrollado defensas contra esa inclinación a la corrupción. El conjunto de defensas se llama institucionalidad.
La pregunta crucial del momento es si vamos a permitir que no se investigue el financiamiento electoral ilícito de los partidos UNE, LIDER, FCN. Y ojo, no podemos escoger a los que nos gustan o los que no. Todos deben ser investigados y los responsables juzgados conforme las leyes de la República. Si no escogemos este camino, estamos dándole la bendición al dinero sucio (inclusive el que llega del crimen organizado) para seguir el pacto de corrupción que ha destruido este país. Por eso no nos dejemos distraer: el fondo de esta cuestión es el dinero sucio de los corruptos como medio para gobernar ellos este país. No permitamos que el dudoso privilegio del antejuicio evite la investigación.