JF cierra puertas: no sabía que las reuniones de concejo son públicas
Esta fue la primera disposición de Juan Fernando López, alcalde de Quetzaltenango. Lo que sí sabía es que su permanencia en el puesto está en manos de la CSJ.
Por Mirna Alvarado
Esta mañana los periodistas se apuraron a contar que el nuevo alcalde de Quetzaltantango, Juan Fernando López, cerraba las puertas para celebrar la reunión de concejo. Sin embargo, estas son públicas. “No lo sabía”, admitió, y permitió el ingreso.
Lo que sí sabía es que el Ministerio Público (MP) solicitó a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) advertir al Tribunal Supremo Electoral (TSE) sobre la resolución de su candidatura a alcalde. Figuraba como contratista del Estado y por ello no debió ser inscrito. Esto fue el 25 de octubre de 2019 y el 9 de noviembre la CSJ admitió el amparo.
El artículo 53 del Reglamento de la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) establece que los contratistas que reciban dinero o contratos provenientes de fondos públicos, hasta el 10 de octubre de 2016, no podían participar en la contienda electoral. Sin embargo, el ahora alcalde fue inscrito.
Juan Fernando López, conocido como JF,
tuvo un contrato con la municipalidad desde el 20 de marzo de 2007, el cual fue rescindido en septiembre de 2019, cuando ya había sido electo. El MP se basó en esto para advertir al TSE sobre su candidatura.
El futuro del alcalde López está en manos de la CSJ, que debe analizar el expediente en espera desde octubre 2019.
Percy Aguilar, director de posgrados del Centro Universitario de Occidente, señala que si la CSJ resuelve a favor del MP, el nombramiento de Juan Fernando López como alcalde puede ser revocado.
De ser así, “Quetzaltenango tendrá por primera vez a una mujer al frente de la municipalidad, pues sería la concejal primera, Katia Minera, quien asumiría en su lugar”, destacó. Minera es del Partido Humanista, con el que fue electo JF.
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